Dedicar tiempo a la práctica del mindfulness puede ayudar a aquietar tus pensamientos y poner freno al estrés. Conoce formas simples de cuidar tu salud mental.
El sentimiento de vergüenza lleva a muchas personas a creer que no son valiosas o que no son dignas de ser amadas. Dedica tiempo a felicitarte y brindarte amor; por ejemplo, anota todos los días tres cosas que te gusten de ti.
Sé como Mike. Él atribuye al poder de su mente el mérito de haberse convertido en un maestro del baloncesto: al visualizarse a sí mismo ganando. Esto es algo que tú también podrías probar. ¿Cuál es el equivalente en tu vida de encestar o ganar un trofeo? Si te imaginas lográndolo, tu cerebro realmente hace el trabajo de crear una nueva vía neuronal. En términos no científicos, esto significa que cuando visualizas algo de forma vívida y repetida, el cerebro siente como si realmente hubieras hecho eso que imaginaste. Por lo tanto, cuando la situación se presenta en la vida real, puedes quedarte tranquilo en el momento y preocuparte un poco menos por cómo hacerlo, porque ya lo has experimentado en tu mente.
Piensa en la última vez que sentiste mucha alegría
La visualización puede tener un impacto poderoso en tu bienestar o en tu mente. Si estás deprimido o no te sientes motivado, dedica un momento a recordar la última vez que te sentiste realmente feliz. ¿Qué causó esa felicidad? ¿Fue una persona, un lugar, una situación? ¿Hay algo que puedas hacer hoy por ti que tal vez te inspire esa misma emoción? Siempre vale la pena invertir en tu propia felicidad.
Escribe cómo te sientes, y no te enfoques sólo en lo que te hace feliz, sino también en lo que te causa estrés o dolor. Las diferentes emociones que tenemos nos ayudan a manejar nuestra respuesta al estrés, y esto puede favorecer que nuestro sistema inmunológico sea más saludable. Mantener un diario también te puede servir para actuar: podrías identificar qué cosas quieres dejar de hacer o hacer menos y cuáles te gustaría empezar a hacer o hacer más, en qué situaciones quieres hacer cambios o necesitas que alguien te ayude, y podrías descubrir formas de manejar el estrés en el momento, si sabes qué cosas lo activan. Puede ser tentador usar la computadora, pero es más útil recurrir al clásico papel y lápiz. La buena noticia es que para obtener beneficios sólo necesitas dedicarle un par de veces a la semana a la escritura, durante unos 10 a 20 minutos.
Escribe algunas cosas por las que estés agradecido
Cuando tienes problemas, es comprensible que te cueste ver el lado positivo del mundo que te rodea. Nuestro cerebro no nos ayuda porque está diseñado para notar lo negativo y el peligro. Pero dedicar tiempo a escribir las cosas de tu vida por las que estás agradecido (incluso cosas como contar con alimentos y una cama donde dormir) puede tener beneficios tangibles para la salud. Puedes hacerlo cada noche, anotando también las cosas buenas de tu día. Cuando eres capaz de canalizar la energía hacia las cosas por las que estás agradecido, puede lograr que otras no te parezcan tan abrumadoras. No se trata de una falsa positividad ni de decirte que ignores las cosas difíciles, sino de ayudarte a distinguir lo bueno en medio de lo malo.
Prueba la técnica de relajación y conexión a tierra 5-4-3-2-1
Relajarse puede ayudar a contrarrestar la respuesta al estrés de lucha o huida. Puedes probar la técnica 5-4-3-2-1. Haz una pausa para observar lo que te rodea y pregúntate estas 5 cosas en cuenta regresiva: 5) ¿Cuáles son 5 cosas que puedes ver? 4) ¿Cuáles con 4 cosas que puedes sentir? 3) ¿Cuáles son 3 cosas que puedes oír? 2) ¿Cuáles son 2 cosas que puedes oler? 1) ¿Cuál es 1 cosa que puedes saborear? Este método te ayuda a centrarte en tu cuerpo y te permite permanecer en el momento.
Prueba la técnica de respiración 4-7-8 para relajarte
Los ejercicios de respiración son una pequeña pero poderosa forma de relajarse y disminuir el estrés, sin importar dónde estés. El método 4-7-8 es una técnica que aporta beneficios extraordinarios: calma la mente, controla la respuesta al estrés de lucha o huida e incluso ayuda a dormir mejor. Puedes sentir los efectos relajantes en el momento y, si lo haces con regularidad, los beneficios pueden ser aún mayores. Si la practicas con mayor frecuencia, tu cuerpo empezará a incorporarla de forma automática. Los expertos recomiendan hacer tres ciclos de respiración dos veces al día para crear un hábito. Sigue estos pasos para completar un ciclo: 1) inhala por la nariz mientras cuentas hasta 4, 2) aguanta la respiración mientras cuentas hasta 7, 3) exhala por la boca mientras cuentas hasta 8.
El trabajo de respiración, es decir, controlar tu respiración de forma consciente, es una manera sencilla de relajarse que puedes practicar casi en cualquier lugar y en cualquier momento, incluso cuando otros aspectos de tu vida parecieran estar fuera de control. Esta práctica existe desde hace miles de años y hay muchos enfoques diferentes que puedes probar. La respiración abdominal profunda es excelente para comenzar, e incluso sólo observar la calidad de tu respiración a lo largo del día es una buena manera de enfocarse en uno mismo y alejarse de todos los pensamientos de tu mente.