Enojo
¿Qué es el enojo?
El enojo es una emoción que se experimenta a menudo cuando una persona se siente menospreciada, amenazada, no respetada o poco apreciada. Con frecuencia, es una respuesta automática a una situación y te indica cómo la estás percibiendo, que es una información importante que debes tener.
Todo el mundo siente enojo de vez en cuando, y es una respuesta típica ante situaciones frustrantes o difíciles. Sin embargo, aunque el enojo es una emoción válida, puede variar (desde fastidio hasta ira), y a veces puede ser excesivo o desproporcionado con respecto a la situación. Cuando esto ocurre, el enojo puede tener un efecto devastador en tu vida personal y en tus relaciones, así como en tu salud en general.
A menudo, cuando estamos enojados, lo sentimos en nuestro cuerpo. Podemos experimentar un cambio en la temperatura corporal, un aumento de la tensión muscular, del ritmo cardíaco o de la presión arterial, y apretar los puños o rechinar los dientes. Muchas personas incluso lloran cuando se enojan.
Aunque el enojo no se siente ni se ve igual en todas las personas, hay algunas formas comunes de expresarlo:
- De manera verbal: Gritar, insultar o expresarse de una forma a la que no recurriríamos de no ser por el enojo.
- De manera física: Empujar, escupir, golpear o romper cosas. Esta reacción al enojo puede ser especialmente peligrosa y traumática para los demás.
- De manera interna: Redirigir el enojo hacia uno mismo e intentar enterrarlo o ignorarlo por completo.
- De manera pasiva: Expresar el enojo de forma sutil e indirecta. Por ejemplo, aplicar la ley del hielo o hacer comentarios sarcásticos.
El enojo es una emoción normal y saludable: no es ni buena ni mala. Sin embargo, si pierdes el control, puede ser perjudicial. Aprender a controlar el enojo y encontrarle una salida saludable puede marcar una gran diferencia en tu calidad de vida, así como en tu salud mental y física.
¿Qué provoca mi enojo?
El enojo puede tener causas muy diversas, pero en general está relacionado con la sensación de haber sido maltratado o no respetado de alguna manera. Te podrías enojar con una persona o por una situación, como que alguien se meta delante tuyo en una fila, o por estrés laboral o haber perdido tu empleo.
A veces, el enojo es en realidad un sustituto de otras emociones para las que aún no estamos preparados, o con las que no queremos lidiar, como la pérdida, la soledad o el miedo.
La capacidad de sentir enojo es algo profundamente arraigado en nuestra naturaleza1. El enojo, al igual que la tristeza o la frustración, está causado por un desajuste entre lo que esperamos que suceda en una determinada situación y lo que en realidad sucede. Esto desencadena el circuito de recompensa de nuestro cerebro y activa la respuesta de lucha o huida que nos prepara para una agresión física. Cuando se desencadena el enojo, puede aumentar nuestro ritmo cardíaco y presión sanguínea y provocar un torrente de adrenalina y testosterona.
Generalmente, un área del cerebro conocida como corteza prefrontal nos ayuda a tomar decisiones y a razonar, y mantiene nuestro enojo bajo control, pone en contexto la respuesta activada y nos dice que nos comportemos de una manera socialmente aceptable. Pero eso no ocurre en todos los casos ni para todas las personas.
El repentino aumento de adrenalina nos puede hacer reaccionar de forma extrema, como tener un estallido emocional repentino o una reacción de agresión física, cuyas consecuencias nos vemos obligados a afrontar después en nuestras relaciones y en nuestra salud mental.
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¿Cómo puedo manejar el enojo?
A menudo, el enojo se siente como algo aleatorio, inesperado y fuera de control, porque se requiere mantener la calma en un momento en el que ciertos impulsos y emociones nos podrían estar empujando a actuar.
A veces, el enojo oculta otros sentimientos y, otras veces, aprendemos de niños que al portarnos mal llamamos la atención, por lo que tendemos a reaccionar con más enojo que el promedio de las personas.
Identificar las situaciones y comportamientos que desencadenan tu enojo es un primer paso importante.
Después, necesitarás formas de afrontar la situación en el momento y a largo plazo. Si puedes, intenta alejarte, aunque sólo sea por un momento breve, para calmarte.
Encontrar una salida adecuada para canalizar tu enojo puede hacer una gran diferencia. Además, encontrar una forma saludable de afrontarlo, como la actividad física, el descanso y el manejo del estrés, puede tener efectos muy positivos en tu bienestar y en las relaciones que mantienes tanto contigo mismo como con las personas que te importan. Esto incluso podría convertir una mala experiencia en una experiencia fortalecedora, al redirigir la energía negativa hacia algo positivo.
Herramientas de apoyo para manejar el enojo
Cuando sientes enojo, puedes perder el control de tus actos y decir o hacer cosas autodestructivas o hirientes a los demás. Es mucha energía invertida de una manera que generalmente no te sirve. Encontrar una manera de calmarte y canalizar esa energía hacia algo creativo o productivo es una forma saludable de tomar el control de la situación.
Cosas que puedes probar

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Ve a caminar
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Detente y pon atención a tu respiración
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Trata de hablarlo con alguien
Condiciones relacionadas
¿Qué puedo hacer ahora?
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Referencias
- The Guardian. The Science of Anger: How Gender, Age, and Personality Shape This Emotion (en inglés)