El éxito de una terapia depende de la relación que se establezca con el psiquiatra o terapeuta. De hecho, estudios muestran que el vínculo con tu terapeuta es más importante que el tipo de terapia.¹

Para aprovechar al máximo su tiempo juntos y asumir el compromiso con el proceso, debería haber un vínculo emocional, una alineación de objetivos y un acuerdo compartido acerca de cómo alcanzarlos. 

Es probable que en cada una de tus visitas discutan los objetivos y el enfoque, pero el vínculo emocional puede ser más una intuición a la que estar atento después de algunas sesiones. Este vínculo es especialmente importante en la terapia conversacional, ya que sacarás a la luz tus emociones y experiencias más profundas: es importante que al hacer esto te sientas seguro y cómodo. 

Algunas familias, grupos religiosos, culturas y comunidades de color tienen preocupaciones profundamente arraigadas sobre el tratamiento de la salud mental. Estas preocupaciones son válidas y pueden tener causas diferentes. Algunas incluyen: 

• Estigma o percepciones negativas sobre las condiciones de salud mental (por ejemplo, percibirlas como señal de debilidad o desalentar las conversaciones sobre los sentimientos).
• Haber experimentado prejuicios o discriminación por parte de un proveedor de atención médica (por ejemplo, no haber sido escuchados o haber recibido un diagnóstico equivocado).
• Tener dificultad para acceder a recursos (debido a barreras de lenguaje u otro tipo de desafíos para encontrar un proveedor de atención médica de calidad).

Trata de no descartar por completo la idea de recibir algún tratamiento, aunque tus reticencias sean parecidas, o aunque creas que ningún proveedor te podrá entender. Estos son algunos pasos que puedes seguir para encontrar proveedores culturalmente competentes, es decir: que tienen experiencia y capacitación para entender cómo tener en cuenta tu identidad cultural durante la atención, por ejemplo en lo que se refiere a tu edad, religión, identidad de género u orientación sexual. 

Si estás empezando a buscar tratamiento para tu salud mental seguramente ya analizaste si quieres ir con un terapeuta o psiquiatra. Independientemente de los pasos que decidas dar más adelante, hay algunas variaciones en cuanto a los títulos, las credenciales y especialidades que es útil conocer.

“Terapeuta” es un título general, por lo que en tu búsqueda encontrarás una amplia variedad de especialidades. La principal diferencia es en cuanto al grado profesional o al tipo de credenciales (que se señalan en las iniciales de sus nombres), así como en sus áreas de especialidad. Las personas se enfocan en áreas diferentes y su formación profesional tiene una duración diferente. Si esto es importante para ti, considera investigar más acerca de los diferentes tipos de terapeutas o sobre la capacitación que han recibido para que encuentres al adecuado. 

Hay menos variaciones en cuanto a las credenciales de los psiquiatras. Todos tienen un título profesional: ya sea de médico o MD, por sus siglas en inglés, o de médico osteópata o DO, por sus siglas en inglés. Y todos cuentan con una especialidad y capacitación en salud mental. 

Puede que algunos tengan un enfoque más general, y otros elijan enfocarse en grupos de edad o condiciones de salud mental específicas. Si no estás seguro de qué buscas, te puedes enfocar en quienes tengan experiencia general. En algunos casos, se podrían involucrar en la atención enfermeras o enfermeros especializados en psiquiatría (PMHNP, por sus siglas en inglés), enfermeros especializados (NP, por sus siglas en inglés) o médicos asistentes (PA, por sus siglas en inglés). Ellos también pueden prescribir medicamentos. 

Aunque es fácil sentirse intimidado por la variedad de títulos y formación, los factores  que suelen ser más importantes para obtener una atención de calidad que funcione para tus necesidades son la experiencia y las áreas de especialidad. (Por ejemplo, podrías buscar a alguien que se especialice en el tratamiento de la depresión, en ayudar con tipos de trauma específicos o en un método de tratamiento determinado). 

El proceso de empezar a buscar un proveedor podría ser abrumador. Pero lo cierto es que hay muchas formas de identificar algunas opciones y luego seleccionar las mejores opciones para ti. 

Aunque es mejor hacer tu propia investigación, pedir referencias puede acelerar el proceso de encontrar a alguien comprobado, y que por lo tanto te puede ofrecer un mayor nivel de seguridad.

• Amigos y familiares: Saber que alguien más ha tenido una buena experiencia con un proveedor es una señal positiva. Ten en cuenta que eso no garantiza necesariamente que la misma persona sea adecuada para ti. Además, un proveedor se podría negar a trabajar con personas que vienen referidas por sus pacientes, al considerar que eso podría afectar su imparcialidad. 
• Tus médicos: Preguntarle a un médico como tu proveedor de atención primaria, obstetra, ginecólogo o pediatra es un buen primer paso. Es probable que ellos conozcan proveedores de confianza que han ayudado a otras personas a alcanzar resultados positivos.
• Hospitales escuela en tu localidad: Si te interesa ver a un psiquiatra, busca en una escuela de medicina cerca tuyo. Por lo general están afiliadas con centros médicos que tienen departamentos de psiquiatría. Los médicos que trabajan ahí podrían tener consulta privada. 

Muchas bases de datos y directorios están organizados según la experiencia de los proveedores y ofrecen descripciones de cada uno. Estas descripciones pueden incluir cosas como una fotografía del proveedor, su formación y credenciales, detalles de sus intereses (por ejemplo, ayudar a determinadas poblaciones como la comunidad LGBTQ+), así como sus especialidades en cuanto a la terapia (por ejemplo, ayudar a las personas que han experimentado determinados tipos de trauma). 

En algunos casos, las descripciones te podrían ayudar a aclarar algo con lo que has estado teniendo dificultades o señalar un resultado que te gustaría alcanzar. 

Encontrar al terapeuta adecuado podría ser abrumador, pero considerar tus necesidades desde ángulos diferentes te permitirá identificar posibles candidatos (y descartar a los que no parecen ser una buena opción). Algunos aspectos importantes que por lo general te pueden ayudar a acortar la lista son la experiencia, la disponibilidad y el costo. Estos son algunos detalles a considerar:

• Experiencia con la condición: ¿Tiene experiencia o especialidad en el tratamiento de los desafíos o condiciones por los que vas a terapia? (Si no estás seguro, elige a alguien con experiencia general).
• Experiencia en el tratamiento: ¿Tiene experiencia con un método de tratamiento específico que te interesa probar? (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual versus enfoques más abiertos).
• Disponibilidad de terapia conversacional: Si estás buscando psiquiatras y te interesa también la terapia conversacional, ¿el psiquiatra ofrece ambas? (los psiquiatras están capacitados en la terapia conversacional, pero no todos la ofrecen, por lo que necesitas confirmarlo).
• Tipo de sesiones terapéuticas: En caso de que estés buscando terapia de pareja, familiar o de grupo, ¿el terapeuta ofrece ese tipo de terapias?
• Competencia cultural: Si hay aspectos de tu identidad cultural que son especialmente importantes para ti (edad, religión, identidad de género, etc.), ¿mencionan tener un enfoque o experiencia en personas como tú? ¿Tienen capacitación en competencia cultural?

• Aceptación de pacientes: ¿El proveedor está aceptando nuevos pacientes? (A veces esta información está disponible en línea pero no estaría de más una llamada telefónica para confirmarlo antes de descartar a alguien por completo). 
• ¿Qué tan pronto será tu primera cita? Los tiempos de espera varían, pero tal vez encuentres dos terapeutas que te agraden, y hay uno de ellos que te puede ver antes que el otro y prefieras esa opción.
• Entorno: ¿Qué tipo de sesiones están disponibles para la primera cita y las subsecuentes (en persona, a través de video, teléfono o una combinación)? 

• Cobertura del seguro: Si cuentas con seguro médico, ¿el proveedor está “en la red” de tu plan? (En caso de que así sea, el costo debería ser mucho menor).
• Alternativas a la cobertura dentro de la red: Si no cuentas con seguro médico, ¿el proveedor ofrece una escala flexible de honorarios (porcentajes de descuentos basados en la capacidad de pago)?

Aunque puedes obtener mucha información en línea, es necesario hablar con algunos proveedores para obtener la perspectiva necesaria que te permita afinar tu impresión sobre tus mejores opciones (no sólo desde un punto de vista de la información, sino también en cuanto a la conexión personal). 

Ponte en contacto con algunas de tus mejores opciones para preguntarles si están aceptando pacientes nuevos. Si es así, averigüa si están dispuestos a tener una consulta inicial por teléfono o en persona para ver cómo funcionan las cosas. 

Por lo general las consultas iniciales duran 15 minutos. (Asegúrate de confirmar cuánto costará esa sesión). Algunos terapeutas podrían requerir una sesión completa la primera vez para determinar si hay una buena adaptación. 

Tu primera sesión será un poco diferente dependiendo del tipo de proveedor que hayas elegido. Si la sesión será con un terapeuta o un psiquiatra, se enfocarán en conocerte y conocer tu historia, de modo que puedan definir el plan de tratamiento. Esto podría requerir un par de sesiones. 

Luego de esto, tendrán otras sesiones con la frecuencia que recomiende el proveedor.

Ya sea que estés trabajando con un terapeuta o con un psiquiatra, hay algunas señales comunes de que tal vez sea momento de considerar buscar otro proveedor.

Si sientes falta de compatibilidad con tu proveedor, o no estás viendo los avances que esperabas, discútelo en la sesión. Puede que plantear esto te haga sentir incómodo, pero es un paso necesario para mejorar tu situación. Tu proveedor está capacitado para manejar este tipo de conversaciones y puede ajustar el enfoque o recomendarte otro proveedor.

Por otro lado, son señales de alerta si tu proveedor te falta el respeto, no escucha, comparte información inapropiada o abusa de su poder al aprovecharse de ti de alguna manera. Trata de encontrar un proveedor que te pueda ofrecer el tratamiento cuidadoso y seguro que te mereces.

Encontrar a la persona correcta puede ser un poco como las citas, en el sentido de que podría implicar un poco de prueba y error. Pero hacer el esfuerzo por encontrar a la persona indicada vale la pena, dados los beneficios que tiene para tu bienestar. 

1. American Psychological Association. CE Corner: Relationships (en inglés)