Los problemas de salud crónicos y las discapacidades son condiciones comunes a las que se podría enfrentar cualquier persona –y a veces al mismo tiempo– lo cual podría tener un impacto en nuestro funcionamiento y salud mental en general.
Los problemas de salud crónicos son condiciones que se extienden en el tiempo y requieren atención médica continua. Casi la mitad de la población en Estados Unidos tiene al menos un problema de salud crónico. Esto es aún más común entre los adultos de 65 años o más (el 80% tiene al menos un problema y el 68% tiene dos o más)1. Estos problemas suelen requerir atención médica continua y dificultar que las personas disfruten la vida diaria. El cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la artritis y enfermedades como el Alzheimer son ejemplos comunes.
Las discapacidades son condiciones que limitan las interacciones de una persona con el mundo. Uno de cada cuatro adultos en Estados Unidos vive con al menos una discapacidad.
Las discapacidades pueden deteriorar las funciones corporales o mentales, limitar actividades comunes, como poder ver o escuchar bien, o restringir la participación en actividades cotidianas como el trabajo y la vida social. Pueden ser temporales o continuas, así como visibles o “invisibles”. Las discapacidades pueden afectar a las personas de diferentes maneras, e incluso dos personas que tienen la misma discapacidad podrían verse afectadas de forma distinta.
Si tienes una discapacidad, es posible que notes cambios en tu vista, movimiento, pensamiento, memoria y capacidad de aprendizaje, lo que puede afectar la manera en que te comunicas con los demás, cómo te desenvuelves en tus relaciones y tu forma de pensar en general.
Aunque los problemas de salud crónicos y las discapacidades son condiciones que se extienden en el tiempo y pueden ser diferentes para cada persona, se pueden manejar. A pesar de los estereotipos negativos sin fundamento, las personas con problemas de salud crónicos y con discapacidades tienen vidas productivas, independientes y plenas.
Cuando consideramos la causa de los problemas de salud crónicos y las discapacidades, vemos que hay factores interrelacionados. Al envejecer aumenta el riesgo de tener problemas de salud crónicos. Y los problemas de salud crónicos te pueden llevar a desarrollar una discapacidad. La biología, ya sea tu genética o el entorno que te rodea, también puede influir.
Los problemas de salud crónicos se pueden manifestar por una combinación de factores genéticos, físicos, medioambientales y relacionados con el estilo de vida. Duran más de un año y requieren de atención médica continua. Además, pueden limitar tus actividades diarias.
Factores biológicos, como el envejecimiento, la genética y nuestro entorno físico también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de problemas de salud crónicos. Ciertos comportamientos como consumir tabaco, mala alimentación, tener un estilo de vida sedentario (falta de ejercicio o actividad física) y consumir cantidades excesivas de alcohol, también pueden causar o contribuir a los problemas de salud.
Las discapacidades tienen muchas causas, incluyendo lesiones o enfermedades de nacimiento. Sin embargo, la causa principal de las discapacidades en Estados Unidos son los problemas de salud crónicos. Cuando una enfermedad crónica afecta tu cuerpo o tu mente al grado de limitar tus actividades e interacciones, entonces se puede considerar una discapacidad. Por ejemplo, la diabetes podría provocar pérdida de la visión o la ansiedad te podría impedir hacer tu trabajo.
Ser diagnosticado con un problema de salud crónico o desarrollar una discapacidad son cambios importantes que podrían desencadenar sentimientos de pérdida por cómo solía ser la vida anteriormente.
Es importante que te permitas experimentar tus emociones para que puedas aceptar la realidad y seguir adelante. Aunque tal vez la transición sea difícil, es posible manejar e incluso reducir el impacto que tus condiciones tienen en tu salud emocional. Encontrar oportunidades para agradecer, continuar con la atención médica, obtener ayuda de familiares y amigos, así como priorizar tu bienestar te pueden ayudar a progresar y seguir disfrutando de la vida.
Dependiendo de tu situación, puede que también cuentes con protecciones legales y recursos gubernamentales para poder desenvolverte bien en el lugar de trabajo, tener acceso a la atención médica, o lidiar con problemas económicos lo cual podría disminuir un poco el estrés.
