La palabra discriminación describe, en términos generales, el maltrato hacia las personas por su raza, origen étnico, género, sexo, orientación sexual, capacidades, edad y otros aspectos de su identidad.

La discriminación se puede presentar en tribunales, escuelas, lugares de trabajo, hogares, e incluso, en el Congreso. Y en ocasiones, pueder ser difícil detectarla de inmediato, por ejemplo, cuando se trata de discriminación encubierta o microagresiones¹. En Estados Unidos continúa habiendo discriminación, a pesar de los enormes esfuerzos que se han realizado por combatirla. Estudios recientes muestran que casi un 70% de los estadounidenses han sufrido algún tipo de discriminación, y hay una correlación directa entre discriminación y salud: entre más hayan estado expuestas las personas a experiencias de discriminación, peor es su salud mental y más alto el riesgo de suicidio².

Los estereotipos negativos y los prejuicios, así como las percepciones e ideas erróneas sobre ciertas personas y su identidad se conocen como estigma, que es una lamentable consecuencia de la discriminación. Por lo general, el estigma asociado a la salud mental se basa en creencias negativas e injustas sobre las personas con trastornos de salud mental, como el trastorno depresivo mayor y la esquizofrenia, entre otros. Y algunos estereotipos comunes para referirse a estas personas incluyen “loco(a)”, “flojo(a) o perezoso(a)”.

Estas creencias son hirientes. El estigma continuo puede causar vergüenza, dificultar el amor propio, así como buscar ayuda y atención cuando la necesitas.  

La discriminación dirigida a las personas LGBTQ+ sigue siendo un grave problema, a pesar de la mayor visibilidad y aceptación. En todo el país se han presentado y aprobado proyectos de ley en contra de las personas transgénero y LGBTQ+ a niveles desconcertantes³, y la discriminación interpersonal sigue siendo común en esta comunidad: los índices de rechazo familiar y social son más altos en comparación con las personas heterosexuales y cisgénero⁴. 

La transfobia, es decir, el odio, la aversión y la práctica de la discriminación en contra de las personas transgénero o no binarias, es una experiencia extremadamente dolorosa. Es común que las personas trans se enfrenten a violencia excesiva, barreras para obtener atención y empleo y, en muchos estados, a una discriminación legal explícita. La desinformación y la ignorancia sobre las personas trángenero y no binarias fomentan esta violencia y discriminación.

La homofobia y la bifobia, es decir, el prejuicio y odio hacia las personas gay y bisexuales, implica un desafío similar. Vivir en un entorno hostil en el hogar y la sociedad tiene un impacto negativo importante en la salud mental de las personas LGBTQ+. Su riesgo de desarrollar TEPT, depresión y otras condiciones de salud mental es significativamente mayor (y esto no es debido a su identidad, sino a la discriminación que enfrentan de parte de la sociedad). 

Estas condiciones de salud mental pueden significar un desafío aún mayor para las personas LGBTQ+ que experimentan exclusión racial, quienes además se tienen que enfrentar a la amenaza de la supremacía blanca. Puede ser extremadamente difícil tener que lidiar con el sentimiento de odio o fobia. Por eso es fundamental tener acceso a servicios de salud mental seguros y comprensivos, así como a comunidades que te impulsen de forma positiva.

No es nada sencillo vivir en una situación sostenida de discriminación y estigma. Puede originar una serie de reacciones emocionales, y esto es comprensible. Las personas pueden sentir enojo, vergüenza, temor, lo que las puede llevar incluso a desarrollar problemas de salud física y mental. Pero es crucial que entiendas que esto no tiene que ver con quién eres, sino con el efecto negativo del maltrato continuo.

La discriminación y el estigma son generados por sistemas complejos de poder que benefician a las personas blancas, ricas, cisgénero (en inglés) y heterosexuales, y que excluyen a quienes no pertenecen a estos grupos.

Las actitudes continuas de miedo e incomprensión hacia las personas que son generalmente oprimidas y marginadas crean estigma. Con el tiempo, estas actitudes se transforman en la creencia nociva de que esas personas son perezosas, dementes, peligrosas, ignorantes, repulsivas y más.

Hay varios tipos de estigma:

• Estigma público: Son las actitudes negativas o discriminatorias arraigadas en la sociedad.
• Autoestigma o estigma interno: Son las actitudes negativas que tienen las personas sobre sí mismas, y que son reflejo de las actitudes arraigadas en la sociedad.
• Estigma institucional: Es un tipo más sistémico, que implica políticas (ya sea a nivel gubernamental o corporativo u organizacional) que limitan las oportunidades a ciertas personas.

Los tipos comunes de discriminación incluyen:

• Discriminación laboral: Trato injusto, políticas laborales excluyentes o negar el derecho al trabajo.
• Discriminación en el acceso a la vivienda: Negar la compra o renta de una vivienda, negarse a dar mantenimiento o hacer reparaciones, o estar en condiciones de vivienda inseguras.
• Discriminación en el acceso a servicios de salud: Falta de acceso a la atención médica o negar rotundamente el tratamiento necesario. 
• Discriminación legal: Leyes y políticas formuladas de forma explícita para marginar o perjudicar a determinadas personas.
• Acoso, abuso y violencia: A nivel interpersonal, institucional u otro.
• Microagresiones: Actos prejuiciosos, camuflados, encubiertos y algunas veces involuntarios, que se pueden manifestar en forma de ofensas, insultos o gestos corporales.

Estos tipos de discriminación (y el estigma asociado) se presentan de diferentes formas, entre ellas:

• Racismo y supremacía blanca
• Misoginia o prejuicios hacia las mujeres
• Ableism (traducido a veces como “ableísmo”), que son prejuicios hacia las personas con discapacidades (también llamado “disablismo” o “capacitismo”)
• Edadismo, que son prejuicios hacia las personas por su edad
• Homofobia, lesbofobia y estigma anti-LGB
• Transfobia, aversión y odio hacia las personas trans y no binarias

Es común tanto experimentar múltiples formas de discriminación al mismo tiempo, como diferentes tipos en distintos momentos. Esto se conoce como interseccionalidad⁵. La idea básica de la interseccionalidad es que las personas podemos empoderarnos o ser oprimidas por la compleja forma en que se combinan las distintas partes de nuestra identidad, y cómo estas se relacionan con los sistemas de poder (raza, género, clase, etc.). 

El contexto de estrés en el que viven las minorías (en inglés) ayuda a explicar de qué manera nos afecta la discriminación. Los factores distales (cosas externas, como el odio y los prejuicios) y los factores proximales (cosas internas, como la vergüenza y los sentimientos causados por los factores distales), se equilibran por los factores de resiliencia (cosas que te ayudan a sobrellevar el contexto y salir adelante, como tu comunidad, el orgullo por tu identidad y tu cultura).

Las repercusiones en tu salud mental pueden ser muy diferentes dependiendo de la experiencia de discriminación que puedas haber tenido, así como del grado de protección con el que cuentes. 

Si has pasado por una experiencia de exclusión, eso no significa que tengas una tendencia a enfrentar desafíos de salud mental por el hecho de ser quien eres. Es más probable que sea por el maltrato que recibes de la sociedad.

La discriminación y el estigma son un gran desafío para tu salud y felicidad. Incluso haber tenido una experiencia aislada de maltrato te puede dañar.

La discriminación constante puede causar un impacto profundo. A veces, pueden surgir problemas de salud mental como consecuencia de una discriminación prolongada.

La discriminación y el estigma pueden desencadenar problemas complejos. Puede ser difícil atender tus desafíos de salud mental al mismo tiempo que tener que lidiar con barreras para acceder a la atención médica, a la vivienda y más. Pero la salud mental es lo más importante.

Si has experimentado discriminación o has sentido el impacto del estigma, ten presente que hay personas que te pueden apoyar. Estos son algunos de los recursos que hemos reunido para ayudarte a entender los sistemas de opresión y cómo manejar tus experiencias. 

1. National Public Radio. Microaggressions are a big deal: How to talk them out and when to walk away (en inglés)
2. American Psychological Association. The Impact of Discrimination (en inglés)
3. American Civil Liberties Union. Mapping Attacks on LGBTQ Rights in U.S. State Legislatures in 2024 (en inglés)
4. The Trevor Project. Facts About Suicide Among LGBTQ+ Young People (en inglés)
5. Kimberle Crenshaw. Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color (en inglés)