Considera acudir a terapia
Tanto terapeutas como psiquiatras están capacitados para manejar una serie de situaciones, y pueden ofrecer un espacio seguro para trabajar juntos y desarrollar habilidades de afrontamiento que te ayuden.
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Tanto terapeutas como psiquiatras están capacitados para manejar una serie de situaciones, y pueden ofrecer un espacio seguro para trabajar juntos y desarrollar habilidades de afrontamiento que te ayuden.
Cuando atraviesas por una situación difícil, también puede ser estresante para tu familia y otras relaciones cercanas. Mantén las líneas de comunicación abiertas y pide el apoyo que necesitas. Al mismo tiempo, anima a tus seres queridos a que se tomen tiempo para ellos mismos cuando su ayuda se extienda durante un periodo prolongado: es fácil que se sientan desagastados y tú quieres que reciban el alivio que necesitan. Es posible que haya varias opciones de apoyo disponibles a través de su empleador, un terapeuta, el gobierno estatal o federal o grupos comunitarios que pueden ayudar a aligerar su carga y ampliar tu sistema de apoyo.
Cuidar tu cuerpo no sólo es bueno para tu corazón y tu cerebro, sino que también te prepara para afrontar mejor los retos emocionales. Salir a caminar todos los días o realizar algún tipo de actividad física, beber mucha agua y dormir lo suficiente son medidas excelentes que puedes tomar para aumentar tu cuidado y disminuir el riesgo (o el impacto negativo) de problemas de salud mayores.
Escribe cómo te sientes, y no te enfoques sólo en lo que te hace feliz, sino también en lo que te causa estrés o dolor. Las diferentes emociones que tenemos nos ayudan a manejar nuestra respuesta al estrés, y esto puede favorecer que nuestro sistema inmunológico sea más saludable. Mantener un diario también te puede servir para actuar: podrías identificar qué cosas quieres dejar de hacer o hacer menos y cuáles te gustaría empezar a hacer o hacer más, en qué situaciones quieres hacer cambios o necesitas que alguien te ayude, y podrías descubrir formas de manejar el estrés en el momento, si sabes qué cosas lo activan. Puede ser tentador usar la computadora, pero es más útil recurrir al clásico papel y lápiz. La buena noticia es que para obtener beneficios sólo necesitas dedicarle un par de veces a la semana a la escritura, durante unos 10 a 20 minutos.
Busca formas de darle un descanso a tu mente y busca momentos de felicidad, por ejemplo, mantener tus pasatiempos e intereses o explorar otros nuevos. Además, participar en actividades divertidas y que nos motiven nos ayuda a desarrollar resiliencia y mecanismos de afrontamiento saludables, e incluso puede aumentar la esperanza de vida, según el National Institute on Aging.
Cuando estás pasando por momentos difícil, te podría parecer extraño hacer alguna petición específica. Pero los amigos bienintencionados que te dicen ""avísame si puedo ayudar en algo"" se alegrarán de tener una idea clara de cómo ser útiles. Si no estás seguro por dónde empezar, considera: Apoyo práctico: hacer algún trámite, cocinar, cuidar niños, etc. Actividades sociales/de bienestar: dar un paseo, ir a tomar un café o a comer, etc. Apoyo emocional: pasar tiempo juntos para hablar o simplemente sentirse acompañado.
Si estás pasando por un momento difícil, piensa con quién te sientes cómodo y qué tipo de interacciones podrían ser un apoyo para ti, para que le puedas decir a esa persona lo que necesitas: ya sea hablar de cómo te sientes para liberar alguna emoción reprimida o encontrar consuelo al pasar tiempo juntos sin intercambiar palabras.
Puede que se utilice demasiado la frase "está bien no estar bien", pero por una buena razón. Ocultar los sentimientos de enojo o tristeza en realidad te podría hacer sentir más estresado o aislado. Y en el peor de los casos podría incluso causar depresión, ansiedad o enfermedades físicas. Intenta compartir cómo te sientes con un amigo de confianza, un familiar o tu pareja. Esto puede ayudar a profundizar su vínculo y obtener la empatía y el apoyo que necesitas. No necesitas contarles a todos todo lo que te sucede de una sola vez: prueba empezar con algo tan sencillo como "estoy pasando por un mal momento".
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