El estrés, en particular el estrés crónico, puede tener un impacto considerable en tu bienestar mental y físico. Prueba actividades y herramientas para reducir el estrés y cuidar tu salud mental.
El trabajo de respiración, es decir, controlar tu respiración de forma consciente, es una manera sencilla de relajarse que puedes practicar casi en cualquier lugar y en cualquier momento, incluso cuando otros aspectos de tu vida parecieran estar fuera de control. Esta práctica existe desde hace miles de años y hay muchos enfoques diferentes que puedes probar. La respiración abdominal profunda es excelente para comenzar, e incluso sólo observar la calidad de tu respiración a lo largo del día es una buena manera de enfocarse en uno mismo y alejarse de todos los pensamientos de tu mente.
Dedica unos minutos (aunque sólo sean 5 o 10) para permanecer en silencio y concentrarte solamente en tu respiración mientras inhalas y exhalas. Esta es una manera sencilla de calmar la mente y el cuerpo, y te puede ayudar a enfocarte en el momento presente y descansar de los pensamientos negativos. Podría requerir algo de práctica, así que no te desanimes si notas que tu mente está divagando. Todo lo que tienes que hacer es volver a concentrarte y continuar, lo cual es una habilidad en sí misma.
Caminar puede sonar demasiado fácil para ser eficaz. Sin embargo, caminar eleva el ritmo cardiaco lo suficiente para contar como ejercicio y además tiene sorprendentes beneficios. La investigación demuestra que puede mejorar el estado de ánimo, el nivel de energía, la creatividad y la productividad, lo que hace que sea una forma perfecta para despejarse y tomarse un descanso. También puede contribuir a reducir los síntomas de la depresión, reforzar el sistema inmunológico y mejorar la salud cardiaca. Así que caminar es un hábito excelente para mantenerse física y mentalmente fuerte para lidiar con el estrés.