La historia de Hannah

La siguiente historia trata sobre ansiedad y depresión. Si tú o alguien que conoces está en peligro, en una situación de emergencia o necesita atención inmediata, busca ayuda ahora. Aquí puedes encontrar más recursos de salud mental.

Soy directora de estrategia de marca en el Medio Oeste, mamá de dos hijos y muchas mascotas.

Cuando apenas empezaba en el trabajo de estrategia, un jefe muy tóxico me puso en una posición donde me sentía (y en realidad estaba) destinada al fracaso. Debido a lo perfeccionista que soy, me esforcé al máximo para hacerlo bien, pese a mi incomodidad y falta de experiencia. Pero la ansiedad me consumía. Me empecé a sentir muy preocupada; entré en pánico; no dormía ni comía. A partir de ahí me hundí en un abismo de depresión: y es que mi trabajo y mi identidad estaban estrechamente entremezcladas.

Al final, entré a terapia y empecé a tomar medicamentos para la ansiedad. Cuando estaba buscando ayuda, me di cuenta de que estaba sacrificando mi salud mental para complacer a este jefe y de que necesitaba descubrir quién era yo fuera del trabajo. Terminé renunciando.

Aprendí que hay una diferencia entre quién soy y lo que hago, y que es fundamental poner límites. También aprendí a ser muy selectiva en la elección de mis empleos, por lo que ahora, cuando voy a una entrevista estoy muy atenta a captar cómo es la cultura del lugar de trabajo.